Hacer ejercicio aumenta el flujo en tu sangre y el vigor en tu piel
Cuando hacemos ejercicio y nuestro ritmo cardíaco aumenta también aumenta el flujo sanguíneo que lleva vitaminas, minerales y oxígeno a los capilares y estos a las células. Por lo tanto la mejor manera de lograr ese brillo juvenil y rubor en las mejillas es aumentar el ritmo cardíaco. Las células de nuestra piel reciben su alimento de diminutos capilares situados en las capas internas de la piel.
Mejor circulación significa tener un pelo más sano
Lo último que esperarías cuando haces ejercicio es conseguir un cabello más fuerte y sano, ¿verdad?. El aumento del flujo sanguíneo que es tan beneficioso para nuestra piel también estimula los folículos del pelo y promueve crecimiento de este.
Desafía a la gravedad
A medida que envejecemos, vemos los efectos de la gravedad en la piel por todo nuestro cuerpo y de nuevo el aumento del flujo sanguíneo ayuda a contrarrestar los efectos gravitatorios y aumenta la elasticidad de la piel. ¿Sabías que tu sistema linfático es el responsable del 80% de nuestra función inmune? Hacer ejercicio ayudará tu cuerpo a limpiarse de dentro hacía afuera y mantenerte sana.
Sudar es bueno
Se piensa que el sudor obstruye los poros, ¡pero no es así!. Sudar es la forma natural que nuestro cuerpo tiene para desintoxicarse y eliminar toxinas. Consejo: Asegúrate de limpiar bien tu piel y quitar todo el maquillaje para que el sudor no quede atrapado en los poros.
Adiós estrés
Se ha demostrado que la hormona del estrés acelera el envejecimiento ya que daña el colágeno y la elastina que mantiene tu piel firme y vigorosa. El ejercicio regular crea endorfinas que contrarrestan eficazmente los efectos perjudiciales del estrés.